La pregunta con la que se inicia el documental de Tarapacá en el Mundo ¿Conoce usted a Aniceto Palza? hecha a los pieles rojas de la fiesta de La Tirana, bien se la podríamos hacer a los lectores. Y la respuesta, en su amplia mayoría, sería negativa.

En la memoria de los bailes religiosos, sobre todo en la de los más antiguos, aún se recuerda al sastre nacido en Pisagua y que el año 1937 aparece por primera vez con un baile piel roja en la fiesta de La Tirana. Se recuerdan trazos de su personalidad. Era estricto afirma Víctor Palape. Era orgulloso recuerda Tito Rodríguez, el Manicero. Hurgando por aquí y por allá, descubrimos que está enterrado en el mausoleo del Cacique Farías en La Tirana y que la lápida con su nombre fue regalo de Margot Loyola. Y así se fue armando una historia que el equipo de www.tarapacaenelmundo.com, lleva a un documental, que fue estrenado la semana pasada.

En el año del natalicio de Margot Loyola, doctora Honoris Causa por la Universidad Arturo Prat, este documental que recrea un diálogo entre la folklorista y el sastre nos permite, poner en valor la obra de Aniceto Palza Pizarro (1907-1972). En palabras de Loyola «un maestro generoso». Hace un par de meses se estrenó otro documental «Quele, Quele» que en base a la canción de los pieles rojas, entrega abundante información sobre este tipo de bailes.

En el registro documental realizado por Tarapacá en el Mundo, hacemos, una especie de autopsia sociocultural de Aniceto Palza. En base a un artículo de mi autoría, construimos un guión y nos dedicamos a grabar. Este trabajo no hubiese sido posible, sin la ayuda de los bailes pieles rojas. En forma especial de mi amigo Arturo Barahona y sobre todo de Marcela Lamilla, caporala del baile Nubes Blancas que lleva el nombre del sastre y que cada 16 de julio, le danzan y le cantan en el cementerio. Dos calles de La Tirana debieran llevar el nombre de estos dos amigos. Esta semana exhibiremos el documental en Pisagua, en su tierra natal.

Publicado en La Estrella de Iquique, el 21 de octubre de 2018, página 16

Fotografía gentileza de Osvaldo Cádiz